El sábado día 19 de noviembre de 2016, volvería a asistir a la cercana finca de la Sima (ubicada en el término de Pegalajar), finca con predilección cochinera.
A las 08.00 se dio cita a los señores monteros en el cortijo de los frailes, donde Catering Benidorm nos daba de desayunar con abundantes migas de pan con huevo, todo tipo de bebidas y aceitunas. La verdad, era el mismo catering de La Hoz, y mantuvieron su nivel tanto en servicio como en productos. De 10.
El día amanecía soleado, sin racha alguna de viento, para el deleite de las 43 posturas de los cazadores.
A eso de las 09,00 D. Cristóbal Bolaños pedía 10 voluntarios para los cierres de Palomares y la alambrada, pues eran puestos de andar (algunos, muy mucho) y no todas las piernas están para esos trotes. Seguidamente, y en limpio sorteo por D. Cristóbal Bolaños y D. Antonio Galiano, se fueron sorteando el resto de armadas para cubrir la totalidad de la mancha. Cada una de las armadas tuvieron marcha ordenada y correcta por los postores correspondientes. Este año, la organización facilitó arrieros para sacar los guarros del monte hasta la junta, cosa que desde esta PEÑA MONTEROS DE PEGALAJAR agradecemos enormemente; tanto a los orgánicos, como a los propios arrieros por su encomiable labor.
La suelta de los canes, alrededor de las 11,30, desataría un chorreo de detonaciones, en cada una de las manos que corrieron las rehalas, más que acusado. De hecho, se llegaron a contabilizar un total de más de 140 disparos entre los asistentes.
Como bien se sabe, esta finca es caracterizada por la altísima defensa de los guarros entre su maleza, y no iba a ser fácil levantarlos de su encame. Sin embargo, los podenqueros y sus compañeros caninos hicieron un noble trabajo, haciendo que los cochinos fueran cumpliendo a cada una de las armadas.
Finalmente, a las 14,50 los postores fueron recogiendo a los puestos de sus correspondientes armadas para proceder a la junta de carne en el Cortijo.
Allí se nos ofreció, en abundancia, numerosos entrantes, bebidas de todo tipo y riguroso plato de cocido.
De esta manera, se mostraban en el tapete final un total de 46 jabalíes, que bien no todos están reflejados en las fotografías pues muchos monteros directamente cargaron en el coche sus abates y marcharon (previa expedición de guía del veterinario).
Por último, la organización, mientras se esperaba a los guarros, suministró servicio (libre) de bebidas y distintos combinados nacionales e internacionales; haciéndose valer de su buen detalle siempre con nosotros, la peña.
Con muchas ganas de volver a relataros nuestras experiencias,
Un saludo.